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Item Obesidad, envejecimiento y mortalidad en Costa Rica(Asociación Latinoamericana de Población - ALAP, 2008) Rosero Bixby, Luis; Brenes Camacho, Gilbert; Méndez Chacón, ErickaEl incremento en la prevalencia de la obesidad en el mundo ha despertado el interés de investigadores y gran público debido a la asociación del exceso de grasa corporal con ciertas enfermedades degenerativas (Popkin, 2006). En países ricos como los Estados Unidos de América, demógrafos han llegado incluso a pronosticar un declive en la esperanza de vida como consecuencia del incremento en la obesidad (Olshansky et al., 2005). Según la teoría de la transición nutricional (Popkin, 2004, 2006), las sociedades en vías de desarrollo van a experimentar en el futuro próximo un aumento tanto en la prevalencia de la obesidad como en las enfermedades asociadas a la obesidad debido a un cambio nutricional hacia una dieta alta en grasas saturadas y carbohidratos refinados y hacia una vida sedentaria en la que el cuerpo consume menos energía. Este cambio se propaga gracias a la globalización de patrones culturales de países ricos y llega a poblaciones con alta prevalencia de desnutrición durante su gestación e infancia. Incrementos recientes en la obesidad entre latinoamericanos han generado,por su parte, pronósticos sombríos sobre aumentos en la prevalencia de limitaciones funcionales y enfermedades no transmisibles como la diabetes melitus, el infarto al miocardio y la aterosclerosis (Kain, Vio & Albala, 2003; Popkin, 2004). Estos augurios pesimistas son frecuentemente hechos para la población adulta mayor latinoamericana, dado que esta población es la que se ve mayormente afectada por enfermeda-es crónicas (Drumond-Andrade, 2006; Barceló et al., 2007; Monteverde et al., 2007; Palloni et al., 2006). Sin embargo, la literatura científica sobre envejecimiento y obesidad no es muy clara respecto a los efectos supuestamente perjudiciales de la obesidad sobre la salud entre los adultos mayores. En los países ricos se ha observado que la prevalencia de la obesidad decrece con la edad (Cornoni-Huntley et al., 1991; Ferraro, Thorpe & Wilkinson, 2003; Reynolds, Saito & Crimmins, 2005), que el efecto de la obesidad sobre la mortalidad también decrece con la edad (Bender et al., 1999; Fontaine et al., 2003; Lindsted & Singh, 1997; Thorpe & Ferraro, 2004), aunque la discapacidad y la esperanza de vida con discapacidad sí es mayor entre adultos mayores obesos que entre los no obesos (Reynolds, Saito & Crimmins, 2005). Algunos autores argumentan que la atenuación de los efectos negativos de la obesidad sobre la salud entre adultos mayores se puede deber a sobrevivencia selectiva de los no obesos respecto a los obesos, al uso del Índice de Masa Corporal (IMC) para medir la obesidad cuando el IMC puede no ser adecuado entre personas de mayor edad, a la no medición de las pérdidas de peso voluntarias y no voluntarias, o a que la actividad física, más que la obesidad per se, es la que está más estrechamente relacionada con la morbilidad y mortalidad (Elia, 2001; Zamboni et al., 2005). Algunos estudios focalizados en personas adultas mayores cuestionan si el IMC es la forma más apropiada para medir obesidad en edades avanzadas (Seidell & Visscher, 2000) debido a cambios en la composición corporal que tienen lugar con el envejecimiento. Se propone que en vez de usar el IMC se utilice la circunferencia de cintura (una medida que, por cierto, es mucho más sencilla de obtener y de mayor precisión que el IMC) como indicador de la acumulación de grasa abdominal (Seidell & Flegal, 1997), la cual parece estar especialmente asociada con riesgos de enfermedad cardiovascular y diabetes en mayor medida que la masa corporal (Donahue et al., 1987; Rexrode et al., 1998; Björntorp, 1997). Costa Rica es el país de las Americas con la segunda esperanza de vida más alta, detrás de Canadá y por delante de los Estados Unidos, Cuba o Chile (PRB, 2007). Además se ha documentado que Costa Rica tiene una ventaja considerable en mortalidad de adultos mayores y en la de origen cardiovascular (Rosero-Bixby, 1991, 2008). ¿Hasta qué punto la ventaja costarricense en la mortalidad se debe a una composición favorable en términos de obesidad o a efectos atenuados de ésta sobre la salud? ¿Hasta qué punto cabe que en Costa Rica, y en Latinoamérica, se presenten los retrocesos en la esperanza de vida pronosticados para los países de ingresos altos como consecuencia del aumento de la prevalencia de obesidad? El objetivo de este estudio es determinar la relación entre obesidad, envejecimiento y salud en adultos mayores de una población latinoamericana.Item Defunciones por COVID-19: Distribución por edad y universalidad de la cobertura médica en 22 países(Revista Panamericana de Salud Pública, No. 45, 2021) Fantin, Romain Clement; Brenes Camacho, Gilbert; Barboza Solís, CristinaObjetivo. Relacionar la distribución etaria estandarizada de las defunciones por COVID-19 en 22 países americanos y europeos, con diferentes indicadores de las características de las poblaciones y de los sistemas de salud. Métodos. Las distribuciones de las defunciones por COVID-19 por grupo etario en 22 países americanos y europeos fueron estandarizadas sobre la pirámide de edades de la población mundial. Se calcularon las correlaciones entre la proporción estandarizada de personas de menos de 60 años dentro de las personas fallecidas y cada uno de los seis indicadores. Resultados. Se evidenció la existencia de diferencias importantes de distribución por grupo etario entre los países después de haber estandarizado sobre la pirámide de edades a nivel mundial, siendo la proporción de personas de menos de 60 años superior en América Latina y Estado Unidos que en Canadá o Europa occidental. La proporción estandarizada de personas de menos de 60 años dentro de las personas fallecidas por COVID-19 está fuertemente correlacionada con la universalidad de una cobertura médica de calidad (r=-0,92, p<0,01). Esta relación se mantuvo significativa después de haber ajustado sobre los otros indicadores analizados. Conclusión. Se propone que las debilidades de la cobertura médica de la población podrían haber creado una mayor letalidad en las poblaciones de menos de 60 años en América Latina y en los Estados Unidos.Item Crónica de la pandemia de Covid-19 en Costa Rica(Consejo Nacional de Rectores. Programa Estado de la Nación, 2021) Rosero Bixby, Luis; Jiménez Fontana, PamelaEsta crónica va más allá de una recopilación descriptiva de los principales indicadores que dan cuenta de la pandemia. A partir de referencias comparativas, tanto de naturaleza histórica como con la América Latina actual, el texto identifica las olas pandémicas, su severidad, y proporciona elementos sugestivos para valorar, de manera inicial, temas relevantes sobre la eficacia de las respuestas de política pública. Con todo, se trata de una primera aproximación que, naturalmente, debe ser complementada por estudios más exhaustivos en los distintos ámbitos en años venideros. El Aporte Especial, de carácter sintético, se organiza en cinco secciones además de esta introducción. La segunda sección efectúa una referencia histórica sobre pandemias anteriores en Costa Rica. La tercera parte brinda un contexto global para entender la pandemia del covid- 19. La cuarta y quinta secciones constituyen la parte medular del documento, pues se enfocan en la severidad y dinámica de esta pandemia, incluyendo análisis preliminares sobre la oportunidad y efectos de algunas respuestas públicas. El texto cierra con las conclusiones.Item Costa Rica 1866-1973 : tablas modelo de mortalidad(Siglo XIX. Revista de Hostoria, No. 7, 1986) Pérez Brignoli, HéctorEn este trabajo presentamos cinco tablas de mortalidad de Costa Rica para ambos sexos, en el período 1866-1973. Las tablas correspondientes a 1950» 1963 y 1973, son oficiales. Las de 1866 y 1927 fueron calculadas como parte de la presente investigación. Las cinco tablas corresponden a años censales y aunque cubren un amplio espectro de variaciones en la mortalidad, presentan limitaciones importantes. Las tres primeras están separadas por períodos de observación muy largos, lo que dificulta el conocimiento de situaciones intermedias; y los datos que sirven de base para la construcción de las dos primeras tablas son, probablemente, de inferior calidad que los correspondientes a las tres tablas oficiales. Por todo ello resulta indispensable el recurso a las tablas modelo de mortalidad.Item Cáncer en Costa Rica : epidemiología descriptiva : mortalidad 1970-1990, incidencia 1984-1990(Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995) Muñoz Leiva, Georgina; Sierra Ramos, Rafaela; Rosero Bixby, Luis; Antich Montero, DanielEl aumento en la incidencia de algunos cánceres en las últimas décadas hace que esta enfermedad sea un problema para la salud de nuestra civilización y para la longevidad lograda por esta. El cáncer constituye uno de los problemas de salud más serios en Costa Rica. Es tal la gravedad de esta patología que en la actualidad es la segunda causa de muerte, solo superada por las cardiopatías. Para apreciar la magnitud de esta situación podemos decir que, cada dos horas fallece una persona por esa causa.Item Surprising SES gradients in mortality, health, and biomarkers in a Latin American population of adults(Journal of Gerontology: Social Sciences 64B(1), 2009) Dow, William H.; Rosero Bixby, LuisBackground. To determine socioeconomic status (SES) gradients in the different dimensions of health among elderly Costa Ricans. Hypothesis: SES disparities in adult health are minimal in Costa Rican society. Methods. Data from the Costa Rican Study on Longevity and Healthy Aging study: 8,000 elderly Costa Ricans to determine mortality in the period 2000 – 2007 and a subsample of 3,000 to determine prevalence of several health conditions and biomarkers from anthropometry and blood and urine specimens. Results. The ultimate health indicator, mortality, as well as the metabolic syndrome, reveals that better educated and wealthier individuals are worse off. In contrast, quality of life – related measures such as functional and cognitive disabilities, physical frailty, and depression all clearly worsen with lower SES. Overall self-reprted health (SRH) also shows a strong positive SES gradient. Traditional cardiovascular risk factors such as diabetes and cholesterol are not signifi cantly related to SES, but hypertension and obesity are worse among high-SES individuals. Refl ecting mixed SES gradients in behaviors, smoking and lack of exercise are more common among low SES, but high calorie diets are more common among high SES. Conclusions. Negative modern behaviors among high-SES groups may be reversing cardiovascular risks across SES groups, hence reversing mortality risks. But negative SES gradients in healthy years of life persist.Item Tablas de mortalidad, jubilación e invalidez, Costa Rica 2000-2005(Población y Salud en Mesoamérica; Volumen 6, Número 1, 2008) Rosero Bixby, Luis; Collado Chaves, AndreaSe estimaron las tablas de vida de Costa Rica del período 2000-2005, detalladas por edades simples y hasta los 115 años de edad. Además, se comparó el patrón de mortalidad general con la de los derecho habientes a pensión dentro de los regímenes contributivos. También, se proyectó una tabla de vida para 2025-2030 y un modelo para estimar las probabilidades de muerte por edades simples, sexo y año calendario dentro del período 2006-2050. La comparación tabla de vida 2000-05 con la de cinco años atrás muestra el progreso en la esperanza de vida. Al nacer, la esperanza de vida fue de 78,2 años para ambos sexos (75,9 para los hombres y 80,6 las mujeres). Costa Rica continúa ocupando el segundo lugar de América como el país de mayor esperanza de vida al nacer, solo superado por Canadá. La esperanza de vida a los 65 años (edad aproximada de jubilación), aumentó medio año para los varones y casi un año para las mujeres; pasando de 16,9 a 17,5 años en hombres y de 19,1 a 19,9 en mujeres. La comparación de los patrones de mortalidad de la población general con las poblaciones con derecho a pensión, mostró que la mortalidad de los derecho habientes no difiere significativamente de la mortalidad de la población total, en cambio para los jubilados e inválidos si se observaron diferencias. La tabla de mortalidad proyectada estima las condiciones probables de mortalidad que vivirán quienes se pensionen en 2007-2011. La proyección supuso un progreso cada vez más lento en la esperanza de vida. Estas tablas de vida se prepararon para la Superintendencia de Pensiones, de manera que sirvan como referencia en cálculos actuariales de seguros de vida y pensiones vitalicias.Item Predicting mortality with biomarkers : a population-based prospective cohort study for elderly Costa Ricans(Population Health Metrics 10(1), 2012) Rosero Bixby, Luis; Dow, William H.Background: Little is known about adult health and mortality relationships outside high-income nations, partly because few datasets have contained biomarker data in representative populations. Our objective is to determine the prognostic value of biomarkers with respect to total and cardiovascular mortality in an elderly population of a middle-income country, as well as the extent to which they mediate the effects of age and sex on mortality. Methods: This is a prospective population-based study in a nationally representative sample of elderly Costa Ricans. Baseline interviews occurred mostly in 2005 and mortality follow-up went through December 2010. Sample size after excluding observations with missing values: 2,313 individuals and 564 deaths. Main outcome: prospective death rate ratios for 22 baseline biomarkers, which were estimated with hazard regression models. Results: Biomarkers significantly predict future death above and beyond demographic and self-reprted health conditions. The studied biomarkers account for almost half of the effect of age on mortality. However, the sex gap in mortality became several times wider after controlling for biomarkers. The most powerful predictors were simple physical tests: handgrip strength, pulmonary peak flow, and walking speed. Three blood tests also predicted prospective mortality: C-reactive protein (CRP), glycated hemoglobin (HbA1c), and dehydroepiandrosterone sulfate (DHEAS). Strikingly, high blood pressure (BP) and high total cholesterol showed little or no predictive power. Anthropometric measures also failed to show significant mortality effects. Conclusions: This study adds to the growing evidence that blood markers for CRP, HbA1c, and DHEAS, along with organ-specific functional reserve indicators (handgrip, walking speed, and pulmonary peak flow), are valuable tools for identifying vulnerable elderly. The results also highlight the need to better understand an anomaly noted previously in other settings: despite the continued medical focus on drugs for BP and cholesterol, high levels of BP and cholesterol have little predictive value of mortality in this elderly population.Item Long-term association of economic inequality and mortality in adult Costa Ricans(Social Science & Medicine; Volumen 74, Número 2, 2012) Modrek, Sepideh; Dow, William H.; Rosero Bixby, LuisDespite the large number of studies, mostly in developed economies, there is limited consensus on the health effects of inequality. Recently a related literature has examined the relationship between relative deprivation and health as a mechanism to explain the economic inequality and health relationship. This study evaluates the relationship between mortality and economic inequality, as measured by area-level Gini coefficients, as well as the relationship between mortality and relative deprivation, in the context of a middle-income country, Costa Rica. We followed a nationally representative prospective cohort of approximately 16,000 individuals aged 30 and over who were randomly selected from the 1984 census. These individuals were then linked to the Costa Rican National Death Registry until Dec. 31, 2007. Hazard models were used to estimate the relative risk of mortality for all-cause and cardiovascular disease mortality for two indicators: canton-level income inequality and relative deprivation based on asset ownership. Results indicate that there was an unexpectedly negative association between canton income inequality and mortality, but the relationship is not robust to the inclusion of canton fixed-effects. In contrast, we find a positive association between relative deprivation and mortality, which is robust to the inclusion of canton fixed-effects. Taken together, these results suggest that deprivation relative to those higher in a hierarchy is more detrimental to health than the overall dispersion of the hierarchy itself, within the Costa Rican context.Item Validación de una escala para evaluar contaminación de alimentos en el hogar, estudio en la zona rural de Perú(Archivos de Medicina 10(1:17), 2014) Lozada Urbano, Michelle; Rivera, Roger; Miranda, Doris; Gallegos Vergara, Clara; Reyes Villegas, María Ysabel; Xirinachs Salazar, YaniraLa mortalidad mundial por diarrea entre la población menor de cinco años se estimó en 1,87 millones, aproximadamente el 19% de la mortalidad total en la niñez [1]. Ocho de cada 10 de estas muertes ocurren en los dos primeros años de vida [2]. El Perú reprta una incidencia alarmante de diarrea, que afecta al 15% de los niños menores de cinco años, sobre todo en áreas rurales de selva y sierra y en familias donde las madres se caracterizan, entre otros, por un bajo grado de instrucción [3]. El Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) reprtó que en el periodo 2007-2011 hubo un descenso de 35% en el número de casos de diarrea [4]. La diarrea persistente puede contribuir a desnutrición, resistencia reducida a infecciones, y a veces a un desarrollo impar [5]. Pero sigue siendo un problema de salud en la población infantil del Perú. En las últimas tres décadas se ha logrado disminuir la tasa de mortalidad en los países de medianos ingresos. Entre los factores que han contribuido a esos resultados, se incluye la distribución y el uso generalizado de Soluciones de Rehidratación Oral (SRO), el aumento de las tasas de lactancia materna, mejor nutrición, y mejor estado sanitario e higiene. En relación a este último factor es como el ingreso de la alimentación complementaria se vuelve entonces en uno de los eventos de mayor vulnerabilidad [6]. Una fuente de contaminación de alimentos incluye manos sucias, heces, agua contaminada, moscas, parásitos, animales domésticos, utensilios y envases sucios, y un ambiente antihigiénico [7]. Estudios demuestran que en mantas de cocina encontraron un 68% de recuento de Coliformes totales e identificación de microorganismos patógenos: 48% Escherichia coli, 92% Salmonella spp. y 64% Staphylococcus aureus; estos porcentajes exceden los límites establecidos en la Norma Oficial [8]. La superficie de las tablas de corte, son las que más participan en la transferencia de la contaminación por contacto [9]. La educación de las madres en principios de seguridad de alimentos, particularmente alimentos de destete son aspectos que pueden ser medidos a través de una escala [10]. Es evidente la relevancia del uso de instrumentos que permitan cuantificar atributos, cualidades o propiedades, o conceptos completamente teóricos, que es imposible medir o cuantificar de otra forma [11, 12]. Se destaca que en la búsqueda bibliográfica realizada no se identificó ningún estudio que abordase una escala [13, 14] u otro instrumento que mida las prácticas de limpieza, almacenaje y aspectos de contaminación del alimento en el hogar. El objetivo de este estudio fue generar y validar una escala, que permita medir la actitud de la madre o cuidadora en prácticas de limpieza, almacenaje y contaminación del niño por alimentos, para generar información que permita actuar y promover la salud del niño en una zona rural en Perú.