Envejecimiento
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Item Estado de salud físico y mental de los adultos mayores del área rural de Costa Rica, 2000(Tesis (maestría en población y salud)--Universidad de Costa Rica. Sistema de Estudios de Posgrado, 2002, 2002) Cáceres Rodas RhinaEl deterioro gradual de las condiciones de salud física y mental que acompañan al proceso de envejecimiento, plantea enormes retos a la capacidad y voluntad de los sectores social y de la salud en proporcionar sistemas coordinados de atención con el propósito de prolongar la esperanza de vida sin discapacidad para los adultos mayores. Actualmente en Costa Rica las personas de 60 años representan cerca del 8% de la poblacip´,, porcentaje que aumentará sistemáticamente en los años venideros. Este trabajo tubo como objetivo describir la situación de los adultos mayores de el área rural de Costa Rica, en algunos de los aspectos asociados a su bienestar y calidad de vida, como son: la presencia de enfermedades y discapacidades, el estado nutricional, condición mental y estado de ánimo. Se utilizaron los datos de la Encuesta de adultos mayores realizada el área de Costa Rica a inicios del año 2000. Los resultados indican que el 18.8% tienen una baja capacidad funcional, el 53.6% tienen sobrepeso u obesidad, están en la categoría de muy enfermo el 27.9%, el 9.5% presentaron discapacidades físicas moderadas, se encontró 16.4% con severo deterioro cognitivo y en cuanto al estado anímico el 10% se categorizó como deprimido. Los adultos mayores en Costa Rica presentan los problemas de salud, físicos y mentales propios de esta población y probablemente en la magnitud que se ha observado en otros países de la región.Item Factores determinantes de los arreglos de convivencia de la población adulta mayor(Universidad de Costa Rica, Sistema de Estudios de Posgrado, 2000) Ramírez Moreira, OlmanLa tendencia a la baja de la fecundidad, los logros alcanzados en medidas sanitarias y avances en las tecnologías médicas, con el consecuente descenso de la mortalidad y el incremento de la esperanza de vida, conducen a un proceso demográfico mundial de envejecimiento de la población, evidente en el Incremento de la importancia relativa de las personas de 60 años y más. Esto genera desafíos para la sociedad en general y produce modificaciones sustanciales en el mercado y en las familias. La etapa en que se encuentra cada país en esta transición está asociada con su realidad socioeconómica; Costa Rica está en una fase intermedia, pero ya para el 2015 la población de la tercera edad se duplicará respecto a la de hoy día y para el 2050 uno de cada cinco habitantes superará los 60 años. Las familias se transforman alterando su estructura y tamaño; actualmente una cuarta parte de los hogares costarricenses tienen en su seno al menos un anciano o anciana. El rol de las personas de edad es poco valorado hasta ahora como transmisores de valores, y agente socializador entre generaciones. La calidad de vida de las personas adultas mayores costarricenses está relacionada con la disponibilidad de medios económicos, pero el principal problema reportado por ellos mismos es la falta de dinero, situación más aguda en las zonas rurales. Los ancianos y ancianas receptoras de pensiones alcanzan apenas la mitad en la zona urbana y una cuarta parte en las áreas rurales. Poco menos de la mitad de las ancianas no reportan ingreso alguno de ninguna fuente. Por lo tanto, las familias deben asumir el bienestar económico de los miembros mayores. Una tercera parte de las ancianas son viudas y poco más de la mitad no conviven en pareja, además la mitad indica afectarle la soledad. La presencia de personas adultas mayores en las familias genera la necesidad de llegar a arreglos de convivencia, afectado por factores relacionados con la riqueza disponible, independencia económica, demográficos y condiciones físicas. La solidaridad entre generaciones lleva a la constitución de hogares multigeneracionales y en Costa Rica dos de cada tres personas mayores conviven con miembros de dos o más generaciones, y en cerca de la mitad de esos casos los hogares son calificados como pobres. Una posible tipología de convivencia clasifica los arreglos de convivencia en autónomos, nucleares, extendidos y dependientes. Cerca de una tercera parte de las personas adultas mayores conviven en la primera categoría, y una sexta parte como dependientes; la mitad se les ubica en hogares nucleares y extendidos, con una diferencia leve a favor de la opción extendida. El ajuste de un modelo logístico permitió aproximar la importancia de las variables en la definición de esos arreglos. En una primera etapa se emplearon las cuatro categorías de la variable respuesta (arreglo de convivencia) y en la segunda etapa se utilizó uno dicotomizando la convivencia en autónoma y multigeneracional. Los ajustes realizados originaron medidas de bondad de ajuste bastante elevadas, para el caso politómico el modelo ajustado logró clasificar correctamente el 64% de los casos y el dicotómico el 90%. Se utilizaron 16 varíables, diez discretas y seis continuas. Las variables del factor salud o no son retenidas por los modelos o su importancia es marginal, denotando no ser determinantes en los arreglos de convivencia, lo que si es evidente en la relevancia de las variables del factor independencia económica y riqueza. El modelo politómico emplea como categoría de comparación el arreglo de convivencia autónomo. Las variables del factor independencia económica son de mucha relevancia y las del factor estado de salud no son trascendentes en la determinación del arreglo de convivencia de la persona de edad. Existe una razón de ventaja mayor de convivir en forma nuclear -comparada con la autónoma- si la persona adulta mayor reside en una vivienda propia, hacinada y con un status social más alto; por otra parte este tipo de arreglo es desfavorecido por incrementos en las variables del factor independencia económica, el avance de la edad, por los hombres y ser migrantes recientes. El riesgo de convivir en un arreglo extendido es mayor cuando se incrementa el hacinamiento, el nivel socioeconómico y la residencia en vivienda propia y lo desfavorece -frente al autónomo- las variables del factor demográfico e independencia económica. Las personas adultas mayores conviviendo en forma dependiente presentan una razón de ventaja mayor de tener edades más avanzadas, compartir hogares más hacinados pero de mayor nivel socioeconómico, con presencia mayor de adultos inactivos, ser mujeres y tener una menor independencia económica, comparado con el arreglo autónomo.Item II Informe estado de situación de la persona adulta mayor(Universidad de Costa Rica, 2020) Universidad de Costa Rica; Centro Centroamericano de Población; PIAM; CONAPAMEl I Informe del Estado de Situación de la Persona Mayor fue publicado en 2008. Dicho texto tenía el objetivo de analizar los distintos ámbitos de la situación de la persona adulta mayor en Costa Rica, en el contexto de un proceso de envejecimiento poblacional acelerado. El Informe compiló normativa, datos estadísticos, información cualitativa, y análisis general que permitió evidenciar la compleja situación de la población de 65 años en el país. El informe fue claro en señalar que Costa Rica había avanzado en la ejecución de acciones y políticas públicas en beneficio de esta población, pero que todavía había muchos campos en los que se podía impulsar el mejoramiento del bienestar de esta población. Gracias al indiscutible apoyo del Consejo Nacional para la Persona Adulta Mayor CONAPAM y de la Vicerrectoría de Investigación, el Centro Centroamericano de Población CCP y el Programa Integral para la Persona Adulta Mayor PIAM, unidades ambas de la Universidad de Costa Rica, unieron esfuerzos para actualizar la información sobre personas adultas mayores, recolectando información que se ha venido generando en los últimos 12 años. El segundo informe retoma los hallazgos y conclusiones del primero para describir cambios, indagar sobre algunos vacíos del primer documento, y profundizar en los aspectos en los que la información lo permita. La redacción del informe contó con el apoyo de investigadores de la Universidad de Costa Rica, del Hospital de Geriatría y Gerontología Dr. Raúl Blanco Cervantes, y del ámbito privado. La participación estudiantil también fue relevante en la recopilación de información que permitiera los análisis subsiguientes. Además, se realizaron dos Talleres de Validación sobre documentos preliminares; estos talleres fueron importantes para mejorar la disponibilidad y calidad de la información que se presenta en este segundo informe. En estos talleres participaron expertos en los temas de envejecimiento, derechos humanos y servicios públicos. El documento consta de siete capítulos. En el primer capítulo se plantea una descripción de las características demográficas de la población de 65 años y más en el país, así como del proceso de envejecimiento poblacional. El capítulo incorpora una caracterización de ciertos grupos poblaciones específicos, como lo son los afrodescendientes, indígenas y migrantes. El segundo capítulo discute cuál es la situación socioeconómica de las personas adultas mayores, y se centra en tres grandes subtemas que componen el tema en cuestión: los gastos, los ingresos y la tenencia de vivienda. La salud es el tema central del tercer capítulo. Este texto realiza un repaso sobre la prevalencia de ciertas enfermedades crónicas, y las principales causas de la mortalidad. Seguidamente, se desarrolla un análisis del efecto del proceso de envejecimiento poblacional sobre el sistema de salud del país, especialmente, sobre los servicios de la Caja Costarricense del Seguro Social CCSS. El capítulo sobre Derechos de las personas adultas mayores retoma el tema desarrollado en el primero informe acerca de la normativa vigente en el Estado costarricense que está relacionada con las personas adultas mayores, desde una perspectiva de derechos. La información de dicho capítulo permite contextualizar la evidencia empírica hallada y expuesta en el siguiente capítulo sobre la discriminación, los abusos y los malos tratos que las personas de 65 años y más tienen que enfrentar. El tema de Derechos contiene un repaso de los instrumentos jurídicos adoptados por el Estado costarricense durante los últimos 10 años, así como un análisis de los informes de la Defensoría de los Habitantes. El capítulo de Educación ofrece un contexto sobre las percepciones sobre la vejez entre la población costarricense, así como una propuesta para incluir el tema del envejecimiento como eje temático transversal en el sistema educativo costarricense. Por último, se incluye un capítulo sobre las Organizaciones de Bienestar Social (OBS) que trabajan para el servicio de las personas adultas mayores. El capítulo analiza el concepto de Red de Cuido, que dio paso a políticas y programas sociales dirigidas a poblaciones vulnerables. Tal y como se señala en el prólogo del Primer Informe, este segundo documento incluyó la información relevante que pudo ser recopilada, pero es falible pues el tema es complejo y cada día están surgiendo nuevas investigaciones enfocadas en el tema del envejecimiento en el país. El fin último del Segundo Informe del Estado de Situación de la Persona Adulta Mayor es poder ofrecer a investigadores y tomadores de decisiones, datos y análisis que puedan servir para fomentar el bienestar de la población de 65 años y más en Costa Rica.Item Estimación de la mortalidad adulta en seis parroquias del Valle Central de Costa Rica (1888-1910) a partir de la información sobre orfandad(Notas de Población, No. 37, 1985) Jaspers Faijer, Dirk; Pérez Brignoli, HéctorSe presenta una aplicación del método de orfandad para la estimación de la mortalidad adulta, con base en información obtenida, para el período 1888-1910, de novios y novias de seis parroquias del Valle Central de Costa Rica. Mediante el uso de la técnica de Brass para estimar la mortalidad adulta, e interpolando las probabilidades de sobrevivir a la edad 25 de las tablas de Coale-Demeny, se obtiene una esperanza de vida para 25 años para las mujeres y de 40 para los hombres. En el análisis de la mortalidad según regiones (una de reciente colonización y la o tra de más temprano poblamiento) no se encontraron diferencias significativas, como tampoco aparecieron dentro de los dos subperíodos considerados (antes y después del año 1900). Lo mismo sucedió al analizar las diferencias socio-ocupacionales (jornaleros y agricultores). La mortalidad adulta resultó estar por bajo lo espera do, hecho sobre el cual se presentan algunas posibles explicaciones,Item Diseño metodológico de una tabla de peso y talla para población adulta mayor en Costa Rica(Tesis (maestría profesional en población y salud)--Universidad de Costa Rica. Escuela de Estadística, 2000) Vargas Oreamuno, Sylvia PatriciaEn términos demográficos se dice que una población se vuelve “vieja” cuando la cantidad de personas de edad avanzada aumenta y el número de niños y jóvenes disminuye (United Nations,1991). En 1950 habían 200 millones de personas de 60 años y más en el mundo, lo que constituyó un 8% de la población mundial. Las proyecciones demográficas indican que para el año 2025 esta cantidad se incrementará seis veces, lo que daría un estimado de 1 200 millones de adultos mayores. Es decir cerca del 14% de la población mundial estaría conformada por este grupo etéreo (United Nations, 1991). El número de personas de edad avanzada cobra cada día mayor importancia como resultado del envejecimiento de las sociedades. Este fenómeno, ocasionado por el descenso en el nivel de fecundidad y mortalidad de las poblaciones es lo que se conoce como Transición Demográfica. Costa Rica presenta una tendencia hacia el envejecimiento que se refleja en un creciente número de personas de 60 años y más. Para 1984 la población de adultos mayores era de 154 834 (Dirección General de Estadística y Censos, 1984) y de acuerdo con proyecciones de población esta cantidad ascenderá a un aproximado de 299 966 (CELADE, 1998), lo que significa casi el doble de población adulta mayor en relación con 1984. Esta situación provocará gran impacto en todas las áreas de acción en especial en las de demanda y oferta de servicios de salud, producción de bienes, empleo y dinámica familiar , afectando el funcionamiento de las sociedades (Proyecto SABE,2000). En este sentido los cambios biológicos asociados al envejecimiento y al ambiente social en que se desenvuelven los adultos mayores hacen que este grupo sea considerado tan igualmente vulnerable como los niños en lo que respecta a nutrición y salud.Item Vejez y discapacidad: visión comparativa de la población adulta mayor rural. Valle Central de Costa Rica(Tesis (master en población y salud)--Universidad de Costa Rica, Sistema de Estudios de Posgrado, Maestría Profesional en Población y Salud, 2004) Ocampo Chacón, Ronald A.La vejez representa los cambios biológicos universales que se producen con la edad y que no están afectados por la influencia de enfermedades o del entorno. No obstante, esta se puede asociar a una pérdida de la capacidad para llevar a cabo actividades básicas, manifestación que se conoce como discapacidad. Cuando dicha alteración se inicia en la vejez temprana, se produce una mayor necesidad de los sistemas de apoyo social y de salud. Situación que toma importancia con el actual envejecimiento poblacional que exhiben los países de América Latina. En Costa Rica este proceso se manifiesta con más fuerza en la actualidad, y su efecto será mayor en el futuro próximo. La discapacidad es un fenómeno multifactorial y complejo en el cual intervienen factores de tipo socioeconómico, biológico, psíquico y social. El presente trabajo tuvo como objetivo determinar los factores asociados a la discapacidad en los adultos mayores del Valle Central rural de Costa Rica. Además, se compararon estos resultados con dos ciudades urbanas de América Latina: Ciudad de México y Santiago de Chile. Se utilizaron las encuestas transversales del Programa SABE (Salud, Bienestar y Envejecimiento) para cada una de las áreas, realizadas entre 1999 y el año 2000. Los resultados evidenciaron un mayor riesgo de presentar discapacidad moderada en la zona rural de Costa Rica, sobretodo en los grupos de edad tempranos del envejecimiento. Las enfermedades crónicas, la edad avanzada, el deterioro cognitivo, la menor educación y la percepción de una mala condición socioeconómica fueron factores relacionados con la presencia de discapacidad en sus diferentes grados. Las diferencias por sexo en la discapacidad estuvieron afectadas por una mayor cantidad de enfermedades crónicas en las mujeres. La dependencia en las actividades de la vida diaria actuó como un factor de presión sobre la familia, esta última es una fuente importante de apoyo para los adultos mayores más afectados en la funcionalidad. La prevención de la discapacidad es posible por medio de medidas que eviten la progresión de las enfermedades crónicas, sobre todo la artritis, las enfermedades cardiovasculares y las asociadas a trastorno cognitivo, como el Alzheimer.Item Redes de apoyo familiar y la salud del adulto mayor, Costa Rica 2005(Tesis (maestría profesional en población y salud)--Universidad de Costa Rica. Escuela de Estadística. Sistema de Estudios de Posgrado, 2006) Morales Núñez, Abdiel GermainEl adelantado proceso de transición demográfica en el que se encuentra Costa Rica, conlleva un incremento paulatino del número de personas de edad avanzada. Este envejecimiento de la población implica cambios importantes en los patrones de composición de la familia y por ende, en la disponibilidad de Apoyo Familiar. Igualmente, este proceso trae consigo un deterioro gradual de las condiciones de salud física, mental y social del adulto mayor. Algunos estudios muestran que el apoyo brindado por la familia representa un factor de protección para la salud del adulto mayor. En este sentido, el objetivo de este trabajo era determinar la existencia de esta asociación entre las Redes de Apoyo Familiar y la situación de Salud de los adultos mayores en Costa Rica. Con base en datos de una submuestra de 1,832 adultos mayores de una encuesta nacional, como parte del Proyecto CRELES, se ha determinado que 1 de cada 2 se auto evalúa con salud mala o regular. Aproximadamente 8 de cada 10 adultos mayores presentan al menos una enfermedad crónica. El 64% tiene alguna limitación en su capacidad funcional. Síntomas de depresión o riesgos de caer en la misma, afecta al 21% de los adultos mayores. Mientras que el deterioro cognitivo está presente en el 66% de esta población. Por otra parte, los adultos mayores cuentan con una fuerte Red de Apoyo Familiar. Los que muestran una mayor fortaleza de esta red son: los hombres, los del grupo de 60 a 79 años de edad, los que tienen educación primaria completa, los de ingresos por arriba de 50,000 colones mensuales y aquellos que no reciben ningún tipo de ayuda institucional. Mediante el ajuste de un modelo de regresión logística, se pudo determinar que a pesar de que el adulto mayor cuenta con una Red de Apoyo Familiar fuerte, esta no representa un factor de protección a la salud, con excepción del deterioro cognitivo. Estos hallazgos evidencian la necesidad de que el gobierno fortalezca las instituciones de apoyo y asistencia al adulto mayor; principalmente en lugares destinados a la promoción de la salud, de estilos de vida saludable y recreación para el desarrollo integral del adulto mayor.Item Determinantes de la pobreza en los hogares con adultos mayores : Costa Rica, 2005(Tesis (maestría profesional en población y salud)--Universidad de Costa Rica. Escuela de Estadística. Sistema de Estudios de Posgrado, 2006) Barrios Sosa, YolandaEl presente estudio tiene por objeto identificar los factores asociados a la pobreza en los hogares donde residen adultos mayores. Se parte de la hipótesis de que la pobreza en los hogares con adultos mayores es mayor que en los hogares sin ellos y procura esclarecer por qué se da esta relación. Para ello se postularon tres mecanismos a través de los cuales podría variar la pobreza en los hogares con adultos mayores: el tamaño del hogar, el número de perceptores en el hogar y la fuente de ingresos. Se examinan, además, los efectos de características sociodemográficas, económicas, de arreglos familiares, como así del entorno del hogar. Asimismo, se plantea que la medición de la pobreza tiende a generar sesgos desfavorables para los hogares con adultos mayores, es decir, si se incluyera la valoración de los bienes de capital en el cálculo de la pobreza, los hogares con adultos mayores serían menos pobres que los hogares sin ellos. Los datos proceden de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) del año 2005 y fueron facilitados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Se ajustó un modelo de regresión logística, con el fin de predecir la probabilidad de que el hogar sea pobre, examinando el efecto conjunto de terceras variables en la relación pobreza y vejez y cómo operan los tres mecanismos intermedios mencionados, en dicha relación. Los resultados muestran que los hogares con adultos mayores presentan mayor probabilidad de ser pobres respecto a los hogares sin ellos (40% más de riesgo), son menos numerosos, tienen un poco más de perceptores y presentan mayor diversidad de ingresos que el resto de los hogares. La menor educación y la presencia de jefas mujeres en el hogar explican la mayor pobreza en estos hogares. Además, se comprobó que la pobreza se halla sobreestimada en cierta medida, especialmente en los hogares con adultos mayores. A partir de la estimación del ingreso por vivienda propia y de su incorporación en el cálculo de la pobreza, se vio que en los hogares con adultos mayores la pobreza bajaría de 26% a 19%. Finalmente, con la intención de plantear posibles acciones programáticas, se simuló un ejercicio sobre el otorgamiento de una pensión no contributiva de cuarenta mil colones por hogar, a todo aquel en donde resida el adulto mayor y que no cuente con esa clase de ingreso, o si lo recibe, sea menor al monto mencionado. Los resultados de la simulación mostraron que disminuye sustancialmente la pobreza de los hogares con adultos mayores (baja de 26% a 15%) e incluso es menor que la de los hogares sin adultos.Item Análisis comparativo de la morbi - mortalidad del adulto mayor en Costa Rica durante el período 1970-1998(Tesis (Maestría)--Universidad de Costa Rica, Escuela de Estadística, 2000) Guzmán Rojas, Isabel AliciaEn este trabajo se investigó, entre otros asuntos, la transición de la mortalidad según causas en la población de Costa Rica durante las últimas tres décadas; haciendo énfasis en la población de adultos mayores (60 años ó más). Dicha transición comprende el comportamiento del nivel de mortalidad general, las diferencias en las principales causas de muerte según grupos de edad y la transición epidemiológica que, durante el periodo de estudio, han experimentado las causas de muerte en la población adultos mayores; estos son algunos de los aspectos fundamentales en el análisis de la morbi-mortalidad de la población de interés. Se observó una tendencia a la disminución (durante un periodo de 50 años) en el nivel de mortalidad general en la población del país, lo cual puede ser atribuido en gran medida a los avances científicos y tecnológicos, mayor oportunidad de educación para los individuos, mayor accesibilidad a los servicios de salud (programas de promoción y prevención de la salud, incremento de las campañas de vacunación, de planificación familiar), mejoras en la infraestructura (en los medios de comunicación y en los servicios básicos: agua potable, electricidad, alcantarillado pluvial y sanitario, recolección de basura). Los patrones de mortalidad según causas para la población menor de 60 años difieren, en términos generales, de los del grupo de edad de 60 años y más. Sin embargo, se observó que desde mediados de los años 1980, las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores aparecen, llegando a ubicarse entre las cinco principales causas de muerte en la población joven de Costa Rica. El país ha venido experimentando un cambio en la estructura por edad de la población en las últimas tres décadas. Pasando de tener una población expansiva en 1950 y 1960 a una población constrictiva a partir de 1973. Dentro de las principales causas de muerte para el grupo de interés se concentran las enfermedades del aparato circulatorio, el cáncer, las enfermedades del aparato respiratorio, las cuales mantuvieron ese orden de aparición durante el período 1970 - 1998, para ambos sexos, la cuarta causa varía durante el período, pero para finales de éste las enfermedades digestivas ocuparon este puesto. En el caso de las enfermedades circulatorias las principales patologías que conforman este grupo (con Tasas Especificas de Mortalidad - TEM- más altas), se tienen la isquemia y la hipertensión que siguen una tendencia de incremento, caso contrario ocurre para el accidente cerebrovascular, esto referido tanto para los hombres como para las mujeres de este grupo de edad. Referente al cáncer, el gástrico tiende a disminuir, tanto para hombres como para mujeres, en el caso particular de los hombres tanto el cáncer de pulmón como de próstata se incrementan, tendencia que se repite para el caso de las mujeres con el cáncer de mama y el digestivo. En lo concerniente a las enfermedades del aparato respiratorio la neumonía y la influenza siguen una tendencia hacia el incremento, esto tanto para hombres como para mujeres, caso contrario para la EPOC. Las enfermedades del aparato digestivo corresponden a la cuarta causa de muerte de la población de adultos mayores. Las principales patologías dentro de éste son la cirrosis, la enteritis no infecciosa y las úlceras que muestran una tendencia al incremento, excepto para la úlcera en el caso de las mujeres. En lo que respecta a la morbilidad se tiene que cuatro de las principales causas de enfermedad son similares a las causas de mortalidad, estas causas corresponden a las enfermedades del aparato circulatorio, respiratorio, digestivo y los tumores. Esto nos sugiere que existe una fuerte relación entre las enfermedades que afectan a la población de adultos mayores y las causas de defunción de dichos individuos. Algunos de los factores de riesgo modificables como: fumado, ingesta de bebidas alcohólicas, obesidad, consumo inadecuado (deficiente o excesivo) de ciertos alimentos, tensiones emocionales, inactividad física y exposición ocupacional (a sustancias nocivas para la salud) entre otros, están presentes simultáneamente en varias enfermedades, por tanto las medidas de acción deberán dirigirse a reducir o eliminar estos factores, de lograrse esto, se obtendrá un descenso simultaneo tanto en la morbilidad como en la mortalidad de las principales patologías.Item Adult mortality decline in Costa Rica(Adult Mortality in Latin América. Oxford University Press, 1996) Rosero Bixby, LuisCosta Rica is, along with Cuba, the country with the best health indicators in Latin America. Life expectancy at birth in Costa Rica was 77.9 years for women and 72.7 years for men in 1990, figures which are comparable with those for Western Europe and the USA. Study of the epidemiologic transition in Costa Rica has usually focused on children, reflecting the fact that the main component of mortality decline has been the prevention and control of premature deaths (Behm, 1976; Rosero-Bixby, 1986; CELADE et al., 1987; Cervantes and Raabe, 1991). The greater availability of information on child health and the young age structure of the population (in 1960, 47 per cent of the population were children under 15 years of age) have reinforced the emphasis on studying the young. This chapter shifts the previous emphasis on childhood to focus on adult mortality. The purpose is to describe the mortality transition at adult ages, to identify its key components, and to make inferences about its likely determinants. The chapter has five sections: socio-economic and public-health background of Costa Rica; the data and methods used; decline in risks of dying in two age intervals (20-49 and 50-79 years); analysis of risks of dying by cause of death; and areal analysis of adult mortality and its correlate across 100 small geographical units.